Es posible que también tengas esta forma común de reaccionar a las anormalidades del proceso en tu fábrica, en que tu equipo de producción registra las incidencias, para que luego puedan compilarse en bonitos informes con gráficos reveladores tipo Pareto.
Suena como una buena idea, pero no es eficaz para mejorar.
A los gerentes de planta les encanta mostrar estos Pareto’s de problemas para explicar cómo se está priorizando y tratando el problema principal.
¿Y qué pasa con los demás problemas? ¿Se los come el cliente?
La información proporcionada por el Pareto generalmente llega demasiado tarde para ser útil para los esfuerzos de mejora de procesos.
Cuando un problema ha llegado a la cima de un gráfico de Pareto, ya ha causado mucho daño y se ha complicado, el rastro de la causa raíz está frío y acabas por involucrarte en exhaustivos análisis de datos posteriormente en lugar de comprender lo que realmente está sucediendo en tu fábrica ahora.
Esto no significa que estos gráficos deban ser eliminados, sino que no deben considerarse como nuestra primera opción para tomar conciencia y resolver los problemas del proceso.
¿Por qué no respondes a los problemas de forma inmediata?
Si esperas tener la información suficiente para buscar las causas de un problema, el camino se enfría y la resolución de problemas se vuelve más difícil. Perdemos la oportunidad de aprender en el momento más oportuno.
Si dejas a un problema solo, aunque sea pequeño, cuando se acumulan estos pequeños problemas se convierten en problemas grandes y complejos.
Responder de inmediato significa que aún puedes ajustarte y lograr el objetivo marcado para el día.
Decirle a la gente que la calidad es importante pero no responder a los problemas estas enviando un mensaje engañoso a la organización.
Si quieres trabajar en un entorno Lean en que los procesos productivos están conectados, un problema que surge en un área puede llevar a problemas en otra parte.